En el día de hoy el diario diario ULTIMA HORA, de la mano de la periodista Maria Nadal, ha publicado una entrevista a Units per Conservar en su búsqueda por la modificación del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) de la Serra de Tramuntana y de la normativa que rige los usos de los espacios naturales. Ya hace unos años se está observando una tendencia restrictiva hacia lo que debería ser la socialización de la montaña, una cuestión que en el futuro afectará y afecta directamente los objetivos conservacionistas del espacio natural y que ya está minando sectores económicos muy dañados por el abandono y la falta de rentabilidad del monte.

Muchas veces nos preguntamos cual es la problemática que deberíamos de resolver como montañeros y analizar el verdadero problema que ocasiona que se nos empiece a considerar como si fuéramos delincuentes, pero este no es el planteamiento correcto. La explicación es muy sencilla puesto que nuestros gestores políticos no saben gestionar correctamente el espacio natural y la manera que tienen de afrontarlo es demonizar colectivos determinados y enfrentarlos para que otros sectores y la propia opinión pública miren hacia otro lado en vez de exigir actuaciones responsables. La consecuencia es la total pérdida del uso social de la montaña cuando el propio montañero ha sido el verdadero pionero en su conservación. La Administración no quiere ser consciente de ello por desinterés al no saber darle un rédito político directo.

Analizando esta situación observamos un aumento exponencial de restricciones, el cierre de más de 300 caminos públicos por usurpación, la demonización de ciertos usos sociales y la promoción desmesurada de determinados lugares por parte de la Administración en vez de buscar la diversificación y el aumento de la oferta. Esto acarrea una sensación abrumadora de saturación. La falta de inversión, la persecución enfermiza de montañeros, el engaño a muchos propietarios y un desinterés por parte de nuestros gestores en promocionar un uso social sostenible está menoscabando totalmente los principios básicos de la sostenibilidad, dañando la economía y talibanizando el proteccionismo de forma extrema y provocando una grave penalización del uso social de la montaña. No se puede vivir de subvenciones, hay que rentabilizar el sector agrario, garante de nuestros paisajes y una parte importante de nuestra cultura, y recuperar la simbiosis y la paz social que existía entre payeses y montañeros.

Entrevista textual publicada por parte de ULTIMA HORA en su sección de PART FORANA:

¿Cuál es el objetivo de esta nueva plataforma?

Nuestro objetivo es conseguir apoyos para entablar negociaciones con la administración y proponer un cambio de legislación actual que afecta a la Serra de Tramuntana y que está legislada por el Plan de los Recursos Naturales (PORN) desde el año 2007. Queremos que se regule el acceso a las áreas naturales, pero que en ningún momento se prohíba. Desde la plataforma creemos que es mucho mejor establecer pautas a seguir para practicar los deportes de montaña que no prohibirlo o implementar una tasa para acceder a los espacios.

De hecho, una de las peticiones de “Units per Conservar” es que se eliminen las tasas previstas por la Consellería de Medi Ambient.

Sí. A la Administración le es más fácil prohibir e implantar una normativa que no regular. En los presupuestos de este año se ha creado una nueva tasa porque los responsables de Medi Ambient defienden que la mejor manera de regular los accesos es cobrando. No estamos de acuerdo con esta postura porque se fomenta el furtismo y que las personas que siempre han ido a la montaña ahora sean tratadas como delincuentes.

¿Qué alternativas proponen a las restricciones que quiere implantar el Govern?

Tenemos una propuesta de modificación del PORN de 300 páginas. Desde Units per Conservar apostamos por la regulación. Entendemos que debe haber normas que se deben respetar, pero las personas que vamos a la montaña a practicar un deporte somos los primeros que queremos que se converve el medio ambiente. Como ejemplo diré que se pueden poner normas a los practicantes del barranquismo y prohibir acceder a los torrentes que utilizan durante la época de muda del ferreret, pero no podemos permitir que se cierren rutas como las del Puig Major, el torrente de Comafreda o algunos puntos de escalada.

¿Han conseguido buena disposición a negociar con la Administración?

Personalmente me he reunido hasta en 17 ocasiones con el conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, u otros representantes de su Consellería y, de momento, no hay ninguna solución a nuestras peticiones. La Administración trabaja para tecnificar la montaña y esto hará mucho daño. La solución para evitar los problemas de saturación, que no producimos los mallorquines pero pagamos sus consecuencias, sería mejorar la educación ambiental entre los jóvenes porque así se conseguiría un relevo generacional que aprendería a cuidar la montaña y el medio ambiente. Pero esta educación ambiental no existe.

Habla de saturación en la Serra de Tramuntana..

Si. Hay empresas extranjeras que llegan a Mallorca con sus clientes y un programa de visitas guiadas por la montaña. A estos visitantes no se les aplican las mismas restricciones que sí se nos aplican a los senderistas, escaladores y barranquistas de aquí. Ahí arriba hay saturación y no es culpa de los mallorquines. Nosotros queremos luchar contra esta saturación, aunque la verdad es que con la declaración de la Serra de Tramuntana como Patrimonio Mundial de la UNESCO en la categoría de Paisaje Cultural se hace un efecto llamada a nuevos visitantes, por eso es tan importante la regulación.

¿Qué iniciativas llevarán a cabo desde la entidad ciudadana?

De momento empezaremos una recogida de firmas a través de la plataforma change.org que se pondrá en marcha el 2 de mayo de este año 2017 para informar sobre la normativa actual y pedir su cambio. Muchos usuarios desconocen la normativa tan restrictiva que está vigente y que permite la imposición de multas de entre 100 y 6.000 euros dependiendo de la gravedad de la sanción. Es verdad que, de momento, no se ponen multas, pero están vigentes en la normativa y en cualquier momento se pueden aplicar y por eso luchamos para que se modifique la normativa.

También tenéis en mente presentar una Iniciativa Legislativa Popular…

Este será el último paso que daremos si no tenemos una respuesta de la Administración. Nuestra intención es negociar la modificación, aunque la verdad es que hasta el momento nos han ignorado.